Vendimiando con Bodegas y Viñedos Pardevalles
Siempre es buen momento para pasear disfrutando entre los viñedos, pero en septiembre, en los momentos previos a la vendimia, ver como la naturaleza explota con fuerza y color en forma de un verde intenso y unas uvas prietas, es una maravilla.
En Bodegas y Viñedos Pardevalles, fundada hace más de 70 años, dominan el cultivo de la vid y la elaboración de vino. La segunda y tercera generación de la familia Alonso cuida con esmero y dedicación que la esencia con la que se fundó la bodega se mantenga intacta.
Desarrollan una viticultura de precisión en sus 38 hectáreas de viñedo trabajando las variedades Prieto Picudo y Albarín Blanco con la que obtienen unas uvas de altísima calidad. Al estar los viñedos asentados sobre suelos cuaternarios con una gran cantidad de cantos rodados, se acumula durante el día el calor del sol ayudando a las vides a soportar las bajas temperaturas nocturnas y facilitando una mejor maduración de la uva.
La vendimia es el momento más importante para la bodega. Después de todo el cuidado y vigilancia puesto durante meses mimando a las vides, además de haber sorteado las inclemencias meteorológicas, llega el momento de separar las uvas del escobajo. Es muy importante elegir bien el momento de la vendimia, debe ser cuando las uvas tienen el grado de maduración suficiente sin llegar a la sobre maduración.
En el caso de los rosados y blancos, en Bodegas y Viñedos Pardevalles disponen de la última tecnología con la que hacen una vendimia mecánica perfectamente orquestada para que no se pierda ni una uva y conservar su máxima calidad, mientras que para los tintos crianza (Gamonal y Carroleón) la vendimia se hace de forma manual seleccionando los mejores racimos del viñedo.
De la viña a la cuba
La vendimia comienza a primeras horas del día para que la uva esté fría con lo que se obtiene un ahorro de energía y menos oxidación.
La recolección de la uva se hace mediante una cosechadora de uvas que pasa por encima de cada hilera del viñedo. Unas varas de teflón van golpeando a las vides para que se suelten las uvas dejando el escobajo (esqueleto del racimo) en la planta. Cuando las uvas se desprenden, caen en bandejas que las suben hasta una cinta transportadora ubicada en la parte superior mientras unos ventiladores que soplan constantemente se encargan de eliminar las hojas que caen con el zarandeo de la planta.
Éstas van cayendo por la parte de atrás. Las uvas ya libres de hojas se depositan en unas tolvas que están a cada costado. Cuando se llenan las descargan en un remolque que las lleva a la estrujadora.
La estrujadora (aplastadora de uvas o molienda) convierte las uvas en mosto. Mediante el estrujado se extrae un mosto de mejor calidad pues permitirá una mayor y más fácil maceración, ya que obtiene un material molido más repartido y con cualidades más equitativas rompiendo las uvas haciendo el menor daño posible al hollejo.
Una vez terminado el estrujado todo el material va directamente al depósito.
En el depósito comienza la maceración pelicular. En el caso del rosado tendrá una duración de 12 horas para extraer color y aromas.
Para el albarín, la maceración tendrá una duración de 24 horas en las que se buscan solamente los aromas ya que el vino es blanco. Una vez terminada la maceración se cuela para separar el mosto del hollejo (residuos de sangrado) y se envía a la cuba a fermentar.
Los vinos jóvenes permanecerán unos meses en bodega antes de ser embotellados.
Para los tintos se fermenta el mosto, hollejo y pepitas removiendo (remontando) todo ello dos veces al día, separando el hollejo y las pepitas al finalizar la fermentación.
Los vinos tintos destinados a crianzas (Gamonal y Carroleón) irán a dormir a las antiguas cuevas durante dos años.
Y volià… ya tenemos el excelente vino que produce Bodegas y Viñedos Pardevalles que muy pronto podréis disfrutar.
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