La Bodega Regia. Hablar de la calidad de un restaurante que lleva más de 60 años dedicado a la cocina tradicional leonesa y que es regentado ya por la tercera generación, resulta cuando menos, ocioso por obvio.

Por sus instalaciones han pasado todo tipo de personalidades españolas y extranjeras.

La Bodega Regia mantiene a lo largo de décadas ese buen trato de los productos de León con una calidad en la cocina indiscutible. Si difícil es hacerlo bien, mucho más difícil es hacerlo bien durante tantos años.

Unas instalaciones cuidadas al mínimo detalle, plagadas de recuerdos y buenos momentos, combinadas con un correctísimo trato al cliente y con una cocina de rechupete, hacen la visita a La Bodega Regia imprescindible para todos aquellos que quieran conocer la buena gastronomía leonesa.

En su extensa y variada carta se puede encontrar embutidos leoneses, pimientos del Bierzo, croquetas caseras (exquisitas las croquetas de Ana), pescados frescos como típico congrio al ajo arriero, el bacalao a la Bodega, la lubina al horno, el lechazo asado, las carnes rojas y el morcillo de añojo estofado. Sus deliciosos postes caseros, como las natillas con nueces o el pastel de castañas con chocolate caliente, coronarán un estupendo festín.

Con una amplia bodega, hace hincapié en nuestras dos denominaciones de origen: Tierra de León y Bierzo.

Nosotros escogimos para cenar unos puerros de Sahagún y unas croquetas de Ana como entrantes y después el lechazo asado. De postre no puede faltar la tradicional tarta de castañas bañada en chocolate. El vino, un excelente Gamonal de Bodegas Pardevalles.

En León, con estos manjares, quedamos como reyes.

Realmente, cuando visitamos La Bodega Regia nos encontramos como en casa.